Fantasías
El placer de la pérdida de control

Pérdida de control, erotismo y confianza. ¿Tienes una receta mejor para una buena sesión de BDSM? Hay muchos factores que hacen que las sesiones con la persona que ha sido entrevistada hoy sean buenas, pero el feeling a muchos niveles, el disfrute por los escenarios de abuso y cesión total de control y, por supuesto, la confianza que se ha ido forjando a lo largo del tiempo son clave. Os dejo por aquí sus respuestas a algunas de las preguntas que me parece que aportan información clave para quienes tenéis dudas sobre si realizar una sesión o no. ¡Aquí vamos!

¿Eres una persona experimentada? Comenta brevemente tus experiencias

No sé si me puedo considerar una persona experimentada. En este momento lo que sí puedo decir es que no soy novato, ya que he realizado seis sesiones.
Cada sesión ha sido diferente, tanto en duración como en contenido, si bien hay similitudes en varias de ellas.

Las primeras las podría considerar de iniciación, en el sentido de ir probando diferentes prácticas. Y en las tres últimas pienso que hemos profundizando (Caos y yo), poco a poco, en ellas. Esto es un aprendizaje mutuo. Por mi parte para ir conociendo y ampliando límites propios, y de Mistress Caos sobre mis sensaciones al ir experimentando conmigo, en un proceso que ahora mismo considero muy satisfactorio y enriquecedor para mí.

¿Sigues teniendo nervios antes de los encuentros?

Lo puedo decir de una forma clara: Sí. Sigo teniendo nervios antes de cada encuentro. Es algo que no desaparece, y que considero bueno que no desaparezca. Pero esa cantidad de nervios también ha sido progresiva. Recuerdo antes de mi primera sesión que me encontraba como un flan, tanto por las dudas como por el desconocimiento.

Poner tu cuerpo, tus sensaciones, tu placer, al deseo de otra persona siempre es complicado. Lo maravilloso es que esa persona sepa transmitirte la calma necesaria para confiar en ella. Y gracias a eso, tanto por las palabras y los actos esa tensión y esos nervios han disminuido.

Los nervios que al principio podrían considerarse incluso como un poco de miedo, en mi caso se han convertido desde luego en confianza absoluta, y esa tensión solo procede de la inquietud o curiosidad por saber qué ocurrirá en las siguientes 2 o 3 horas.

imagen que representa la pérdida de control como práctica de Explora el deseo

¿Qué tipo de sesiones has tenido?

Todas mis sesiones nacen al amparo de la recreación de una fantasía muy general que podría definir en «no controlar una situación». A partir de ahí hemos desarrollado diferentes situaciones, a veces con una temática concreta, en la que los dos actuamos con respecto a un guion, y otras más inmersivas y más intensas, centradas en la profundización de ciertas prácticas.

¿Cuándo disfrutas más de una sesión?

En mi caso, reconozco que disfruto cada sesión desde que empieza hasta que termina, porque mi fantasía básica siempre se satisface.

A partir de ahí, es muy difícil especificar momentos concretos. Todos sabemos que hay prácticas que generan más placer que otras. Lo maravilloso es cómo se pueden alternar con otras que por definición se considerarían más dolorosas.

Dentro de ese aprendizaje mutuo que antes comentó es donde se produce ese resultado maravilloso al menos para mí de disfrutar de una forma global, ya que gracias tanto al conocimiento previo nacido de la experiencia de otras sesiones, como por el trabajo de investigación anterior que hace Mistress Caos tratando de conocerte lo mejor posible, la experiencia siempre es como mínimo satisfactoria.
En relación con las sesiones, ¿qué pregunta te gustaría que te hicieran?
En un mundo ideal, sin prejuicios, sin tabúes la pregunta que me gustaría que me hicieran sería: ¿merece la pena?

Mi respuesta sería que sí, sin dudas. Dejarse llevar por otra persona, explorar y conocer tu cuerpo, tus límites, es algo que todo el mundo debería hacer.

Aparte del vínculo creado. No es cuestión de sexo, es cuestión de confianza.