El fetichismo de ropa interior o de bragas, es un gusto cada vez más común que tiene tantas formas de expresión sexual como personas que disfrutan de sus placeres. Se popularizó enormemente en España hace unos años y es mundialmente conocido por su normalización en Japón donde existen máquinas expendedoras con este artículo. Y a pesar de la posibilidad de disfrutarlo únicamente con el objeto centrando el placer en si están o no manchadas o en su olor, también hay para quienes el placer se localiza en un encuentro donde jugar con ellas.