Sea con alguien profesional o a nivel amateur es un hecho que nos podemos sentir mal después de una sesión. El drop hormonal que se experimenta justo después o el día después del encuentro; la liberación de los nervios que veníamos conteniendo que nos hace estar más inestables; o bien la culpa que ronda nuestra mente tras haber realizado prácticas que socialmente no son tan visibles o a priori no están tan aceptadas.
En esta entrevista hablaremos sobre el fetichismo de pies y del fetichismo de axilas en primera persona, pero también sobre este malestar que podemos sentir por un número de razones muy amplio y del que muchas veces no se habla.
¿Eres una persona experimentada? Comenta tus experiencias previas si las has tenido.
Con respecto al fetichismo de pies sí que me siento algo más experimentado, por explorarlo con algunas parejas y por previas sesiones con Caroline, pero con el de axilas no había tenido ninguna experiencia antes.
¿Recuerdas qué dudas pudiste tener antes del primer encuentro? ¿Qué te gustaría que te hubieran dicho?
Antes de mi primer encuentro con Caroline, tuve dudas acerca de qué tipo de persona me iba a encontrar, la incertidumbre de ir a un encuentro donde se van a realizar prácticas que yo mismo he solicitado, pero que no sabía muy bien cómo iban a ser. Me tenía un poco preocupado, pero una vez que entré a la sala con ella me dí cuenta de que me encontraba en un espacio seguro y con una chica super amable y encantadora, que está ahí para ayudarte a que la experiencia sea lo más satisfactoria posible.
También me daba cierto respeto el tema de las mazmorras y cómo iba a ser el sitio donde iba a ser la sesión, mi primera vez en una mazmorra fue con Caroline, y no sabía si vería a más gente alrededor, si no, etc. Me hubiera sentido más tranquilo sabiendo que estos sitios suelen ser muy respetuosos con la privacidad y que prácticamente no ves a nadie (en mi segunda sesión la única persona que vi fue a Caroline) y que, si acaso ves a alguien en recepción, apenas ves a una persona 1 min, que te indica dónde está tu habitación (este fue el caso de la primera sesión donde sí había alguien en recepción pero efectivamente tras decirme dónde era mi habitación, no volví a verla).
Por lo demás todo correcto, siento que Caroline es una persona que cuando trata contigo personalmente es muy profesional y transparente.
¿Qué tipo de sesión has tenido? ¿Cómo fue la sesión?
Hasta la fecha he tenido dos sesiones, una de dominación y otra de facilitación en la que también había ciertos tintes de dominación.
Con respecto a la primera sesión, iba bastante nervioso como dije anteriormente un poco por la incertidumbre de saber qué me iba a encontrar, pero finalmente fue satisfactoria. Caroline analiza el formulario que rellenas previamente y con respecto a las cosas que pides se genera una sesión donde todo lo que fantaseamos puede suceder, siempre consensuado entre las dos partes implicadas, y siempre sabiendo que si algo está siendo demasiado extremo podemos pedir que se rebaje un poco el nivel.
Con respecto a mi segunda sesión, más de lo mismo: salí bastante satisfecho, durante una hora te sientes cómodo y, al igual que en mi anterior experiencia, se tratan de cumplir todas las fantasías que ambas partes implicadas hemos consensuado.
¿Qué significa la sumisión para ti? ¿Y el fetichismo axilas y el de pies?
La sumisión y el fetichismo de pies para mí están muy relacionados. La sumisión la relaciono mucho con “estar a los pies de”, el fetiche de pies es algo que desde que empecé a explorar mis gustos ha estado presente y el hecho de sentir que cedo el control a alguien me proporciona bastante satisfacción, y si va de la mano con que me den el privilegio de adorar los pies de la persona a la que la he cedido el control, aún mejor.
Con respecto al fetichismo de axilas, directamente siento que es una parte del cuerpo por la que me siento atraído, y el hecho de poder adorar unas axilas me atrae.
¿Hay algo que quieras destacar o algo que haya tenido un significado especial para ti?
Con respecto a qué destacar, un par de cosas:
La primera, la facilidad que a mi parecer tiene Caroline para hacerte sentir tranquilo y cómodo con ella, enseguida sientes que estás en un espacio agradable, y el hecho de que también te explique un poco cómo va a ir la sesión y las cosas que se pueden hacer en caso de estar a disgusto, proporcionan la seguridad de que no hay nada de lo que se va a realizar que tenga que ser incómodo, siempre podemos pedir que se pare o se rebaje el nivel de ser necesario.
La segunda, es una pequeña experiencia muy estilo post-nut clarity que tuve tras mi segunda sesión, donde al principio, tras salir de la sesión, me sentía bastante satisfecho, pero al llegar a casas y comenzar a recordar todo, sentía cierta incomodidad. Con el tiempo esa sensación acabó pasando y ahora mis recuerdos de esta segunda experiencia son bastante positivos.
Quiero compartir esto porque tras analizar bastante por qué me pudo pasar, creo que se debe a que aquí tenemos un espacio donde podemos experimentar nuestros fetiches, y yo el de axilas lo tenía como muy “oculto”, como algo, no negativo, pero que me avergonzaba un poco más explorar o hablar de ello con una pareja, el hecho de finalmente compartirlo teniendo este prejuicio me hizo sentir incómodo de primeras, pero tras asimilar y normalizar la sesión me di cuenta de que realmente no es algo negativo o de lo que avergonzarse, y me parece un aprendizaje bastante positivo que me llevo de esta experiencia, así que si puede ser útil para alguien más, perfecto.